El Hospital Regional de Occidente de Quetzaltenango que da cobertura médica a siete departamentos, inauguró un área para que los familiares de pacientes que esperan por información, pero este lugar solo cuenta con espacio para 36 personas mientras tanto, decenas de personas permanecen a la intemperie fuera de las instalaciones.
El pasado 22 de marzo, las autoridades del Hospital Regional de Occidente (HRO) inauguraron una sala de espera que tuvo un costo Q225 mil, la cual tiene capacidad para atender únicamente a 36 personas a la vez. En este centro asistencial reciben a diario al menos de 100 a 125 pacientes solo en el área de la emergencia de adultos y niños, pero hay otros servicios de los cuales la familia espera noticias de sus pacientes.
Este centro asistencial es regional, por lo tanto atiende a personas de Quetzaltenango, Totonicapán, Sololá, Huehuetenango, San Marcos, Suchitepéquez, Mazatenango e incluso lugares fronterizos con México, según información del HRO.
Durante la inauguración, Roberto López, director del hospital afirmó a los medios locales que antes las personas tenían que esperar prácticamente a la intemperie y que esto es un “paso importante porque los familiares tienen derechos”.
Para Nohemí Racancoj, del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (Osar), este panorama sigue siendo el mismo. A través de las visitas y verificaciones que hacen en esta organización, se han percatado de las decenas de personas que permanecen de día, noche y madrugada afuera de la emergencia del HRO.
Racancoj dice que a diario en este centro asistencial atienden a mujeres en estado de gestación y sus familiares permanecen las horas que sean necesarias para recibir información. Además, no es solo la emergencia la que tiene pacientes con familiares en espera, hay al menos otros seis servicios como los encamamientos, intensivos y pediatría.
El director mencionó que el costo de la construcción de esta nueva área del hospital tuvo un costo de Q225 mil. La mano de obra corrió a cuenta del HRO a través de la Dirección de Planificación Institucional y el área intervenida cuenta con un área de 85 metros cuadrados.
María del Carmen Sajquim, vocera del HRO, informó que la inversión de los Q225 mil abarca todas las estructuras de las paredes y el techo, el piso, acabados, cielo falso, así como la iluminación y el sistema de electricidad en el lugar.
La construcción de esta nueva área inició en junio de 2023 y sería habilitada para finales del año, sin embargo tuvo un atraso de tres meses más.
El HRO publicó un concurso en Guatecompras para la elaboración e instalación de puertas de aluminio europeo en la sala de espera.
A través del NOG 22127097, el hospital adjudicó en compra directa a Diana Sofía Noriega Alonzo, por un monto de Q39 mil 565, para la elaboración e instalación de cuatro puertas.
A la misma persona se le adjudicó la compra directa con el NOG 22128220 para la elaboración e instalación de 12 ventanas tipo PVC con un costo de Q53 mil 472, que fueron colocadas en el área.
Restando los gastos de las puertas y ventanas, el costo de la construcción de la sala de espera fue Q131 mil 963.
Proveedora recurrente
Diana Sofía Noriega Alonzo, a través del nombre comercial Distribuciones y Servicios Noriega, ha obtenido 8 adjudicaciones por concurso y 11 publicaciones NPG por Q771 mil 445 solo en este año, según consta en Guatecompras.
El año pasado obtuvo 23 adjudicaciones por concurso y 46 publicaciones NPG por un total de Q2 millones 345 mil 223.20.
Ha sido proveedora recurrente de la Municipalidad de San Marcos, Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y principalmente del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social en lo que va de este año.
Desde el 2010, Noriega Alonzo ha logrado adjudicaciones por concurso y publicaciones NPG por un monto total de Q13 millones 371 mil 724.13, según Guatecompras.
En el caso de las ventanas PVC para la sala de espera, fue la única persona que presentó una oferta.
¿Costos sobrevalorados?
Las ventanas tipo PVC se pueden encontrar en el mercado guatemalteco entre los Q500 y hasta Q1,250, según consta en tiendas en línea como Cemaco o EPA, dependiendo de la calidad y dimensiones de la misma. Al precio se agrega la instalación, la cual puede variar.
El HRO pagó por cada ventana PVC Q4 mil 456, aunque no se especificó el costo de la elaboración y de la instalación, al menos es cuatro veces más a los precios consultados.
En el caso de las puertas de aluminio, los precios oscilan entre los Q2 mil y Q5 mil, dependiendo de factores como el proveedor y el diseño, además del costo de la instalación. El hospital pagó Q9 mil 981 por cada una. En el concurso de Guatecompras no especifica más detalles de la elaboración, instalación y tipo de cada puerta.
Para Nohemí Racancoj, la inversión debía ser para un espacio amplio para atender de forma digna a las personas que llegan a solicitar información. “Son momentos en que están vulnerables, a veces tardan hasta 12 horas para que un médico les informe del estado de salud de su familiar y una sala de espera tan pequeña es una muestra de la falta de atención de las necesidades de la población”, aseguró.
Según información del hospital, la sala de espera es para los familiares de pacientes de departamentos del suroccidente, además de lugares fronterizos con México.
Quetzaltenango, departamento donde está ubicado el HRO, tiene una población de 923 mil 211, proyección del Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2022. Huehuetenango y San Marcos tienen más de 1 millón de habitantes cada uno. Se suman los 619 mil 475 de Suchitepéquez, en Totonicapán 500 mil 941 y Retalhuleu 381 mil 635.
Es decir, este hospital da cobertura a una región donde hay aproximadamente 5 millones de personas, lo que genera crítica sobre el costo y capacidad de atención de la nueva sala de espera
Iglesias y organizaciones sin fines de lucro buscaron la forma de apoyar para habilitar alguna zona y proteger a las personas pero la respuesta de las autoridades del HRO fueron nulas o lentas.
Previo de la llegada de la pandemia del COVID-19, las personas podían llegar hasta el área de Emergencia, pero después se prohibió el ingreso y deben permanecer en el área exterior del hospital que da a una carretera.
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